alimentos sorprendentemente no aptos para celiacos

Alimentos y cereales que sorprendentemente están prohibidos para los celíacos

Cuando a un adulto o niño se le diagnostica celiaquía siempre es una sorpresa, tanto para él como para toda su familia. Este diagnóstico cambia en gran medida la alimentación de la persona y enseguida suelen ser informados de los alimentos y cereales que no pueden consumir.

La celiaquía es cada día una enfermedad más conocida, pero conocida a rasgos generales, es decir, que se suele percibir erróneamente como una alergia más. En realidad la celiaquía se define como la intolerancia al gluten. Este tipo de proteína se encuentra en algunos cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Normalmente este tipo de cereales se asocia al pan, por lo que se suele pensar que simplemente hay muy pocos alimentos y cereales prohibidos.

Cereales y alimentos que no podemos comprar

Sería una gran suerte que la lista de alimentos y cereales prohibidos para los celíacos fuera tan sencilla, pero no es así. En primer lugar, el trigo, la cebada y el centeno no se utilizan solamente para la elaboración de panes, sino para una gran variedad de alimentos. Con las harinas de la cebada y el centeno se elaboran diversos tipos de bebidas con y sin alcohol, tales como el agua de cebada, la cerveza, la malta, el whisky y la ginebra.

En lo que respecta al trigo, su harina está presente en una gran cantidad de productos, ya que es el ingrediente principal en cualquier tipo de pasta, bollería y repostería. Después de reflexionar rápidamente en los alimentos que están claramente elaborados con harinas, creemos que ya hemos terminado con nuestra de alimentos y cereales prohibidos, pero nada más lejos de la realidad.

En la actualidad, la industria alimentaria incluye harinas en una gran cantidad de alimentos de los que ni siquiera sospecharíamos. Evidentemente, cada alimento que compramos en el supermercado viene con su etiqueta de ingredientes, pero la mayoría de personas no se para a leer todas las etiquetas de los alimentos que compra. Hasta que la celiaquía llama a su puerta.

Alimentos que a primera vista no contienen harinas, en realidad sí que las incluyen. Los productos cárnicos tales como los embutidos, el fiambre, las salchichas y las conservas con salsa tienen gluten y lo mismo sucede con los sucedáneos de pescado como los palitos de cangrejo y sus conservas con salsas.

También sucede en el grupo de los vegetales, sí estos están en conservas como algunas legumbres o el gazpacho, y los frutos secos si han sido fritos.

En el caso de los cereales para el desayuno, a primera vista muchos son de arroz inflado o maíz, cereales que no tienen gluten, pero en realidad si nos paramos a ver sus etiquetas nutricionales, entre sus ingredientes están la harina de trigo o la malta.

Tenemos que tener especial cuidado con los alimentos super procesados como pueden ser los congelados rebozados, las pastillas de caldo, las sopas de sobre… Por desgracia los dulces tampoco se salvan, ya que los helados, los postres lácteos y las chocolatinas suelen contener gluten.

Cómo podemos ver la lista de alimentos y cereales prohibidos para las personas celíacas es bastante larga. Y de momento solo hemos visto en lo que respecta a la alimentación dentro del hogar. Pero, ¿qué sucede cuando comemos fuera?

Comer fuera: la odisea de evitar la contaminación cruzada en alimentos y cereales

Cómo decíamos al principio, la celiaquía es conocida en la sociedad, pero muy superficialmente, así que cuando comamos fuera de casa, siempre debemos preguntar en el establecimiento si tienen opciones sin gluten o si al menos tienen conocimiento sobre la contaminación cruzada.

Es muy importante que la manipulación de alimentos sea la correcta, pues no podremos tomar ningún plato si hay un cereal o alimento con gluten en él, y no sirve la típica excusa de quitarlo del plato. Además en los procesos de cocina, como la fritura o la plancha no se deben mezclar alimentos con y sin gluten pues entonces habrá contaminación cruzada. De igual forma nosotros debemos ser conscientes del uso de nuestros cubiertos y evitar compartir con los demás comensales.