Cómo saber si nuestra alimentación es sana
Mantener una alimentación sana es lo mejor que podemos hacer por nuestra salud. Si tienes dudas sobre si verdaderamente llevas una alimentación sana, sigue leyendo…
Cómo llevar una alimentación sana
Una alimentación sana repercute en nuestra salud, nuestro físico e incluso en nuestro estado de ánimo. Llevar una alimentación sana es un cambio muy positivo para nosotros mismos.
Al contrario de lo que se suele pensar, llevar una alimentación sana no significa comer platos aburridos ni en poca cantidad. Llevar una alimentación sana es muy fácil y agradable y sobre todo no implica grandes restricciones.
La clave es llevar una alimentación basada en alimentos naturales, dónde los alimentos más consumidos son los cereales, las verduras y las frutas. Evitar las grasas trans y los azúcares es imprescindible, con lo cual evitaremos al máximo consumir alimentos procesados, tales como alimentos precocinados, bollería, embutidos, salsas, refrescos, chucherías…
Otra idea muy frecuente es pensar que llevamos una alimentación sana, cuando en realidad no lo es tanto. Esta idea surge sobre todo al nombrar la dieta mediterránea.
¿Alimentación sana y dieta mediterránea es lo mismo?
Dieta mediterránea y alimentación sana son dos términos que se suelen confundir. La dieta mediterránea es un modelo ejemplar de alimentación saludable, entendiendo dieta como sinónimo de alimentación. Pero no es el único ejemplo de alimentación sana, otros modelos como la alimentación vegetariana, vegana o paleo también lo son.
Mi dieta es mediterránea, ¿entonces llevo una alimentación sana?
Esta es una idea bastante frecuente. Se suele pensar que por el hecho de vivir en un país mediterráneo ya estamos siguiendo una dieta mediterránea y eso no es del todo cierto. Cada persona lleva un estilo de alimentación diferente, ya que los gustos y las costumbres varían mucho de un hogar a otro. Además la dieta mediterránea se basa en consumir alimentos naturales y la realidad es que el consumo de alimentos procesados ocupa un gran lugar en casi todos los hogares.
Nuestra alimentación es sana porque nuestros platos son tradicionales.
Esta idea también suele ser bastante extendida. Los platos tradicionales se caracterizan por ser deliciosos y por ser preparados con alimentos naturales. Por ello se suele pensar que son propios de una alimentación sana. Sin embargo, no siempre es así. Para que nuestros platos tradicionales formen parte de una alimentación sana, evitaremos añadir ingredientes demasiado grasos de origen animal como la manteca, las vísceras o los embutidos y optaremos siempre por cantidades moderadas de aceites vegetales como el aceite de oliva. De esta manera podemos disfrutar de una alimentación sana, tradicional y deliciosa.