Con el pollo podemos hace multitud de rebozados, pero sin duda alguna, entre los rebozados para pollo los favoritos son los nuggets.
Esos bocaditos de pollo tiernos por dentro y crujientes por fuera suelen ser un bocado irresistible para pequeños y mayores.
Estas pequeñas piezas rebozadas de pollo son toda una delicia, y solemos pedirlas en restaurantes fast food o comprarlas en el supermercado.
Pero caemos en un grave error. A primera vista pensamos que los nuggets están hechos de tierna pechuga de pollo, qué es como debería ser, pero nada más lejos de la realidad.
En los restaurantes fast food más conocidos del mundo, los nuggets se fabrican al igual que las salchichas, es decir con los deshechos cárnicos como pieles, vísceras, etc.
Lo que los convierte en un alimento lleno de grasas.
El caso de los nuggets de supermercado tampoco es que sea mucho mejor, si miramos los ingredientes y la etiqueta nutricional,
nos daremos cuenta de que la mayoría rondan solamente el 30% de pechuga de pollo y que además contienen una gran de aditivos y de sal.
Y no solo eso, sino que su porcentaje de grasas siempre será mayor que su porcentaje de proteínas.
Conclusión, si queremos disfrutar de unos deliciosos nuggets con la certeza de que son de pechuga de pollo y sin dañar nuestra salud, lo mejor es que hagamos nuestros propios rebozados de pollo.
Además os prometemos que estarán mucho más ricos y crujientes que los nuggets de restaurante y supermercado. Y no os preocupéis por el tiempo o por la dificultad.
Os aseguramos que es una receta super fácil y rápida, y podréis disfrutar de los mejores rebozados para pollo que hayais probado nunca.
Receta para nuggets
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- Ingredientes para 4 personas:
- 1 pechuga completa de pollo
- 1 paquete de Crunchy Crumbs
- Aceite para freír
- Sal y pimienta
- Ajo y cebolla en polvo (opcional)
Comenzamos cortando toda la pechuga en pequeños trozos. Después salpimentamos, recordad que el ajo y la cebolla en polvo es opcional.
Y cubrimos cada pieza de pollo con Crunchy Crumbs. Ponemos a calentar el aceite (lo ideal es que esté a 180º grados). Y procedemos a freír los nuggets.
Si no nos caben todas las piezas lo mejor es hacerlo por varias tandas. Cuando veamos que están dorados por un lado les damos la vuelta, y así hasta que estén dorados por completo.
Los sacaremos con la ayuda de una espátula y los dejaremos sobre papel absorbente para que escurran el aceite.¡Y voilà! Tendremos unos nuggets de pollo perfectamente rebozados.
Para otras ocasiones, podéis añadir también especias como pimentón o curry para darles un toque diferente.