desayunos que no pueden tomar los celiacos

Desayunos celíacos

Cuando las personas son diagnosticadas con celiaquía, surgen muchísimas dudas sobre la alimentación. Para la mayoría, significa un cambio radical en sus comidas, ya que muchos de los alimentos que solían consumir habitualmente quedan terminantemente prohibidos. Una de las comidas que más sufre este cambio es el desayuno.

Tostadas, galletas, magdalenas, cereales…para nosotros son sinónimo de desayuno. ¿Entonces qué tomaremos ahora? Para preparar desayunos celíacos tenemos dos opciones: tomar alimentos elaborados para celíacos o preparar nuestros propios desayunos celíacos. La primera opción es perfecta para esas mañanas en que vamos deprisa o tenemos muchas actividades por hacer y no tenemos tiempo para más. Mientras que la segunda opción es muy buena para probar desayunos celíacos diferentes y descubrir nuevas recetas.

Desayunos rápidos para celíacos

Los cereales para el desayuno son sin duda la mejor opción si queremos tomar un desayuno rápido pero a la vez rico, saciante y nutritivo. Usualmente, la gran mayoría de cereales para el desayuno que se encontraba en los supermercados eran de trigo o estaban afectados por la contaminación cruzada, lo que los convertía en un producto prohibido para los celíacos. Por fortuna, todo esto es historia gracias a Esgir, actual referente nacional en el sector de los Cereales para desayunos celíacos.

Esgir nos ofrece una gran gama de cereales sin gluten, lo que nos permite disfrutar de diferentes cereales para todos los gustos. Si queremos disfrutar de desayunos celíacos chocolateados, podemos elegir entre Cereal Choc, dulce arroz inflado, Choco Pétalos, crujientes pétalos de chocolate, o Mix Bolitas, una divertida mezcla de bolitas con sabor a vainilla y chocolate. Si lo que buscamos son cereales con fibra, también podemos degustar los chocolateados Bran Flakes, deliciosos copos de maíz con salvado.

Si lo preferimos también podemos disfrutar de desayunos celíacos sin azúcar. Los Corn Flakes Classic nunca defraudan, crujientes y deliciosos, están disponibles en dos formatos, tamaño grande (300gr.) o tamaño para llevar (bolsita de 25 gr.). Por su parte, los Copos de avena son los cereales más versátiles ya que los podemos incluir en muchísimas recetas y tomarlos de mil formas diferentes. Y si queremos disfrutar del chocolate pero sin rastro de azúcar, ahí están los Chocozeros, arroz inflado chocolateado que hace las delicias de pequeños y mayores.

Desayunos celíacos diferentes

Para esos días en que nos apetece innovar y probar cosas distintas, lo mejor es preparar nuevos desayunos celíacos. Aunque no podamos tomar la bollería ni repostería habitual, podemos ser creativos y preparar nuestros propios «caprichos» para nuestros desayunos celíacos. Lo mejor de este tipo de recetas, es que además de estar libres de gluten son mucho más saludables y tienen un sabor más «auténtico». En esta ocasión os invitamos a preparar unas deliciosas galletas caseras.

Galletas de avena

Las galletas que solemos comprar en los supermercados no son nada saludables, aunque las compramos por comodidad, ese tipo de galletas además de contener gluten, están llenas de grasas saturadas y azúcares. Lo cierto es que unas galletas caseras siempre estarán más ricas y serán mucho más sanas.

Esta receta es la versión «básica» de las galletas de avena. Son unas galletas deliciosas, muy saludables y fáciles de hacer. Si tenéis niños, seguro que les encantará participar en su preparación.

  • Ingredientes:
  • 2 plátanos maduros
  • 6 cucharadas de Copos de Avena Sin Gluten Esgir
  • Canela en polvo
  • Preparación:

Primero que todo, precalentamos el horno a 180º. A continuación pelamos los plátanos y los machacamos con la ayuda de un tenedor. Añadimos las 6 cucharadas de avena y canela en polvo al gusto. Mezclamos todos los ingredientes para que queden bien integrados.

Para darle forma a nuestras galletas de avena, haremos bolitas con las manos y luego las aplastaremos cuidadosamente. Las colocaremos entonces en una bandeja para horno cubierta con papel para hornear. Las introducimos en el horno y esperaremos 15 minutos si nos gustan las galletas más blanditas o sino, 20 minutos si nos gustan más crujientes. Para sacarlas, las dejaremos en una rejilla hasta que se enfríen.

Para conservarlas, es recomendable utilizar recipientes herméticos cubiertos con papel de hornear en el fondo y entre cada hilera de galletas. Se deben consumir en los días siguientes.